martes, 10 de julio de 2007

malos vientos

Durante cierto tiempo me decían que creyera en el viento. Pero hace mucho que dejaron de hacerlo.
Y es que yo jamás creí en el viento. Siempre me pareció un insulto hacia los otros vientos creer en uno especial.

Me decían que el viento me ayudaría a ser mejor persona. Y que en las noches de invierno, el
viento podría ser cálido. Y que en las noches de verano, el viento podría ser frío. Pero a mí eso me parecía más opio que viento.

Me enseñaron cómo hablar con el viento y durante un tiempo lo hice. Pero crecí y preferí enfrentarme a la vida sin sueños de viento.

Pues, ¿no es acaso el viento el que levanta la arena que te golpea en la piel? ¿Y no es el viento el que se lleva casas por delante?

No, no me pidas que crea en el viento, soy incapaz al ver cómo te lleva lejos. Y lo más triste es que no es el viento el que te aleja, eres tú el que soplas para marcharte a luchar contra molinos.

Molinos de viento, qué paradoja.

Luchas, al fin y al cabo, contra lo que crees. Y no lo ves.
Y perderás tu vida allí. Y yo viviré por ti, sin ti.




miércoles, 20 de junio de 2007

Las motocicletas son para el verano


Puedes montar en motocicleta e ir a 50 por hora, pero tus recuerdos no se quedarán atrás.

No hace falta que me digan que la culpa es del otro, porque yo sé que es precisamente de quien lo dice. En las noticias han dicho que van a intentar mejorarlo. Pero el tiempo, que es muy sabio, me atiza para que no sea iluso.

No hace falta que me digan que no me van bien las cosas, sé cuando el sol quema y cuando abrasa.

Tomaba pastillas para dormir. Pero no dormía ni un mísero segundo. Yo fingía no darme cuenta pero la oía levantarse todas las noches. Debían ser recuerdos, o historias de miedo. No lo sé. Pero todas las noches se levantaba aún habiendo tomado pastillas para dormir.

No necesito que me digan que no debería estar aquí. Tengo reloj y sé que hora es y dónde debería estar.

No necesito que me digan nada. Sólo que vengas y me despiertes. Y que me susurres, si no es mucha molestia, que mañana el mundo será mejor.

sábado, 2 de junio de 2007

Ana y Otto


Yo te voy a querer siempre.
Y si se acaba la gasolina, me muero.